Trump propone reabrir la prisión de Alcatraz para inmigrantes detenidos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto reactivar la prisión de Alcatraz para albergar a inmigrantes detenidos.
El mandatario republicano ha ordenado la reapertura de esta histórica cárcel de máxima seguridad, situada frente a las costas de San Francisco, California. Sin embargo, hay un factor que podría dificultar su funcionamiento: en 1963, la prisión cerró debido a un motivo específico, que no estaba relacionado con las malas condiciones de la infraestructura.
Por qué cerró?
Alcatraz no solo es conocida por los rumores de torturas en sus instalaciones, sino también por los cientos de reclusos que perdieron la vida durante un fallido intento de fuga. Además, la cárcel tuvo que cerrar por los elevados costos operativos que implicaba su mantenimiento. Al estar aislada en medio del mar, los suministros debían ser transportados por barco casi a diario, los servicios públicos eran complicados de mantener y, además, el Estado tenía que alojar a los empleados en casas dentro de la isla.
Trump aseguró que la reapertura de Alcatraz tiene como objetivo combatir la criminalidad en el país. A través de su red social Truth Social, afirmó que, de reabrirse, la prisión acogería a “los criminales más violentos y poderosos” con el fin de imponer una “ley y orden” más estrictos.
“Hoy, estoy dando instrucciones a la Oficina de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional, para reabrir una ALCATRAZ sustancialmente ampliada y reconstruida”, escribió el presidente.
Durante los 29 años en los que estuvo operativa (1943-1963), Alcatraz albergó a criminales de renombre como Al Capone, Robert Franklin Stroud (el “Hombre Pájaro de Alcatraz”), Bumpy Johnson, Whitey Bulger y Alvin Karpis, quien pasó más tiempo en la prisión que cualquier otro recluso.
Los prisioneros de Alcatraz seguían una rutina diaria extremadamente rígida, y el acceso a privilegios como las visitas o el contacto con familiares dependía estrictamente de su comportamiento. Uno de los pocos “privilegios” que los internos disfrutaban era tener una celda para sí mismos, con un solo recluso por cada una.
Por el momento, queda esperar la respuesta de los diferentes entes del Estado ante la petición de Trump, para saber si esta famosa instalación penitenciaria volverá a funcionar.